miércoles, 19 de diciembre de 2007

Insípida Vida

Me persigue el pánico de no saber avanzar, los días pesan como kilos de escarmiento, cada vez más débil...
Se desvanece una sonrisa en cada sueño perdido que se escurre entre los dedos. Quizás, sólo quizás, el tiempo haga su efecto y se calme el oleaje y con ello el dolor de la desesperanza.
Y huir de lo oscuro que me atrapa en cada paso que doy, para tocar la realidad con otras manos y que me sepa diferente, tengo el gusto amargo y las manos secas de esperanza...Porque en cualquier lugar pude haber perdido el habla que enmudece mis sentidos y me aleja de un mundo sobrado de apariencias.

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