Nudos sin desenlace, un año después. Crónica de una muerte anunciada.
Lo que vino se fue por dónde vino. Aprendo a vivir a mi manera, aprendo a ver la vida de una manera completamente distinta a la que la he visto siempre. Sí, 22 años después. Pero más vale tarde que nunca, seguro que hay mucha gente que ha muerto viviendo engañada toda su "vida" o su mentira, o...lo que quiera que sea.
Redibujando mi vida, ¡hoy más que nunca! no hay secretos, no nos faltan piezas, sólo las llaves tras donde se esconden, y yo ya tengo una.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario